por Andreas Peglau[1]
(Se trata de una traducción automática deDeepL que no he revisado. Pido disculpas por los errores que seguramente contiene.)
Desde que existe la humanidad…
«Se denomina guerra a un conflicto organizado y llevado a cabo con medios considerables, con armas y violencia, en el que participan colectivos que actúan de forma planificada. El objetivo de los colectivos participantes es imponer sus intereses. […] Los actos violentos que se producen para ello atacan de forma selectiva la integridad física de los individuos enemigos y provocan la muerte y lesiones». (Wikipedia)[2]
El filósofo griego Heráclito (circa 520 a. C. – 460 a. C.) dejó escrita la siguiente frase: «La guerra es el padre de todos».[3] En 1642, el filósofo inglés Thomas Hobbes escribió sobre la «guerra de todos contra todos» como estado original, como estado natural.[4] Casi 300 años más tarde, Sigmund Freud retomó otra frase de Hobbes y afirmó: «El hombre es un lobo para el hombre», una «bestia salvaje a la que le es ajena la piedad hacia los de su propia especie», basándose en una «hostilidad primaria» —es decir, innata y predeterminada— «de los seres humanos entre sí».[5]
Si fuera así, no tendríamos que preocuparnos por cómo surgen las guerras o qué intereses se defienden en ellas: simplemente está en nuestros genes… Esto significaría además que las guerras serían prácticamente inevitables a largo plazo. Y, en el mejor de los casos, solo se podrían evitar a costa de reprimir nuestra verdadera naturaleza, nuestra «disposición». Weiterlesen


